Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Estoy escuchando la radio, y, otra vez, Israel, bombardeó, los territorios tomados y ocupados sangrientamente, de la franja de Gasa. El genocidio, contra el pueblo palestino, se puede hacer tranquilamente, a la luz del día. Porque la complicidad de los pueblos europeos y de los norteamericanos, es ofensiva, desfachatada, sin el menor indicio de interés, por lo que pueda decir la ONU. Obviamente, esta institución, es completamente, serivl a los intereses del Imperio.
Todos estamos mirando para otro lado. Pero, no crean, Ustedes, que a los indoamericanos no nos va a pasar. No solo hay bases norteamericanas, con soldados con inmunidad diplomática, sino, también, falsos hospitales de los judíos. Ellos, están constantemente, llorandom por su propio holocausto, pero, nunca, en todo el tiempo de mi vida, los escuché, llorar por los cincuenta millones de personas, algunas solo niños. Tampoco, escuchó a ninguna mujer israelí, hablando de cuando los soldados israelíes, secuestran a un niño de ocho años y le fracturan los brazos y las piernas, y luego, lo dejan tirado en el desierto, para morir. Ésto, no lo digo yo, sino dos soldados mujeres, que renunciaron al ejército israelí, probablemente, porque no podían causar tamaño daño, a un niño, que podría ser su hijo.
También, debemos escuchar las declaraciones del Comandante Fidel Castro. Él, mismo, ha comprendido, que la lucha está en el conocimiento y en la circulación participativa del conocimiento. La resignificación de esos conocimientos, para todos y todas, quizá, puede evitar la conflagración atómica desde USA hacia Irán, pueblo originario, del cual deviene el Occidente. Allí, nacimos nosotros, las ideas matemáticas, los teoremas, que luego fueron adjudicados a los griegos. En realidad, venían de la India, todo medio Oriente, sirios y caldeos. Y, ellos, quieren destruir, nuestro origen. Claro, sin origen, no sabremos quiénes somos, ni que queremos, ni siquiera la posibilidad de vislumbrar un futuro, porque no tendremos pasado.
Yo. pienso, gracias a los Mayas, que el ciclo termina, y comienza una nueva era, depende de nosotros, que sea para bien o sea, para nuestra propia destrucción. No hay que tener miedo, sólo debemos cambiar, junto con los tiempos que corren, manteniendo la calma, analizando cada acción, observándonos en los otros, para determinar que hacer, cómo hacerlo, y sobre todo, para qué hacerlo. Hacerlo, para nuestro hijos, nuestros nieto, nuestros descendientes.
La cultura dominante, nos mantiene alienados, y por la reflexión, se ha vuelto una mala palabra. Éso, es lo que quieren que creamos, pero, no es así, la reflexión es una función intelectiva superior, que permite el desarrollo de otras capacidades de nuestro cerebro. De manera, que continuemos cultivando nuestra reflexión, nuestra meditación, para comprender, para ver más allá.
Vermut con papas fritas y good show