Hola, queridos chichipíos. Qué tal! De tanto vivir en torres de cristal, de comer carne de animales, que otros asesinan, se nos venido a ocurrir, que vivimos en el paraíso, ignorando que el paraíso se encuentra afuera. Nos aguarda con sus árboles intrépidos, rumorosos, con sus flores aguerridas, agarradas con uñas y dientes de los frágiles tallos de los arbustos. Con esas nubes errantes, que nunca que se quedan quietas. Y tan pronto tapan el sol, como se asientan sobre un rascacielos, que lo único que sabe hacer, es hacerle cosquillas al cielo.
Pero, a través de los gruesos cristales, no estamos mirando hacia fuera, miramos dentro de nuestro espacio, departamento o casa, y creemos, tontamente, que esa mesa, las sillas rústicas, los equipos de sonido, el televisor son el edén y pensamos: He aquí el paraíso.
Sin embargo, a poco que andemos, descubrimos que... Continuar leyendo