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ASESINATO
BUSCÓ, BUSCÓ, PERO, NO
PUDO HALLARLA. SE SENTÍA VACÍO. QUÉ DEBÍA HACER? QUÉ PODÍA HACER? NADA, PENSÓ
PARA SUS ADENTROS. TENÍA QUE ENFRENTAR LA REALIDAD. LO HABÍA PODIDO, LE
HABÍA GANADO EN ESTE JUEGO DE LA VIDA Y LA MUERTE. POR LO TANTO, SÓLO LE
QUEDABA UNA COSA: ESPERAR.
PERO, CLARO, EL QUE
ESPERA, DESESPERA. EL TIEMPO SE FUE ESTIRANDO DE TAL MODO, QUE UN MINUTO LE
PARECIÓ UNA ETERNIDAD. PRONTO, LO VENDRÍAN A BUSCAR. NO ENCONTRABA UNA SOLUCIÓN
A SU DILEMA.
POR CONSIGUIENTE, SIGUIÓ
ESPERANDO, MIENTRAS SE MORDÍA LAS UÑAS, CON GANAS. COMO SI DE ESA MANERA,
PUDIERA COMERSE A SÍ MISMO Y DESAPARECER. QUÉ ESTUPIDEZ! SACUDIÓ LA
CABEZA Y RECOMENZÓ A COMERSE LAS UÑAS. ESTA
HÁBITO, ESTABA TAN INCORPORADO EN ÉL, QUE LAS UÑAS NO CRECÍAN, PERO SI LA CARNE ALREDEDOR. SE MIRÓ LAS
MANOS, QUÉ FEAS!
SE LEVANTÓ, Y COMENZÓ A
PASEARSE POR LA HABITACIÓN,
CON IMPACIENCIA. QUÉ CARAJO! DÓNDE METERSE? QUIÉN PODRÍA AYUDARLO? NADIE, SE
RESPONDIÓ. NADIE QUERRÍA EXPONER SU VIDA, POR UN MISERABLE COMO ÉL.
BUENO, NO QUEDÓ MÁS
REMEDIO, SALIÓ A LA CALLE,
CUBRIÉNDOSE LA CABEZA CON
UNA CAPUCHA, PARA QUE NADIE LO RECONOCIERA.
SE DIRIGIÓ A LA TERMINAL DE TREN Y SACÓ UN
BOLETO. BIEN LEJOS, ADÓNDE NADIE PUDIERA ENCONTRARLO. AFORTUNADAMENTE, EL TREN
SALDRÍA EN POCOS MINUTOS. SUBIÓ, BUSCÓ UN ASIENTO Y CASI INMEDIATAMENTE EL TREN
ARRANCÓ.
NO SE HABÍA DADO CUENTA,
PERO, ALGUIEN LO HABÍA SEGUIDO SIGILOSAMENTE. ESA PERSONA TAMBIÉN SUBIÓ AL
TREN, EN CUANTO TOMÓ VELOCIDAD. USABA ANTEOJOS OSCUROS, Y UNA CAPUCHA COMO ÉL.
ERA BASTANTE DIFÍCIL PODER HACER UNA DESCRIPCIÓN DEL HOMBRE. ADEMÁS LLEVABA
GUANTES Y EN SU BOLSILLO, UNA PISTOLA CON SILENCIADOR. SE DIRIGIÓ AL VAGÓN,
DONDE ESTABA SU BLANCO. ÉL SE ENCONTRABA DE ESPALDAS AL SUJETO Y EL VAGÓN
ESTABA VACÍO. SACÓ LA PISTOLA,
SUAVEMENTE SE ACERCO AL OTRO HOMBRE Y CON MUY BUENA PUNTERÍA HIZO UN SOLO
DISPARO EN LA NUCA. MURIÓ
CALLADAMENTE.
EL ASESINO ARROJÓ POR LA VENTANILLA LA PISTOLA Y EN LA SIGUIENTE ESTACIÓN
BAJÓ TRANQUILAMENTE.
HORAS DESPUÉS,
ENCONTRARON EL CADÁVER, SENTADO, COMO SI ESTUVIESE AGUARDANDO.
