Hola queridos chichipíos, escribo horrorizada frente al triunfo, en Colombia, del candidato de Uribe, quien como sabemos tiene el legajo No.82 de la DEA, es decir narcotraficante. Voy a recordarles un viejo proverbio "Dime con quien andas, y te diré quién eres". Obviamente, el nuevo electo Presidente de Colombia, es el calco del criminal presidente de Colombia. Continuarán los asesinatos de campesino, y su lucha denodada por mantener el dominio en el negocio del narcotráfico. Este nuevo Presidente, Santos, ya en sus discursos muestra que el terrorismo de Estado, otro nuevo monstruo surge a la vera de una votación manejada por USA. Qué más quieren los norteamericanos, continuar con sus bases y el genocidio de los indoamericanos, para tomar nuestras tierras, ya vacías de gente. La abstención de la gente, que ha sido mucha, sólo favoreció al enemigo. Las FARCS son sólo un ejército de resistencia a los múlteples terroristas que han ocupado el gobierno de Colombia.
Queridos colombianos, realmenente estoy muy preocupada por Ustedes. Morirán como moscas, como siempre ha ocurrido. La alianza, que anuncia Santos con Chile y con Perú, dos países también esclavos de USA, gracias a la colaboración de los cipayos de siempre, se constituirán en una tenaza, que no debemos permitir que se cierre, pues ello implicaría la muerte de nosotros, los pueblos indígenas. Por qué, me pregunto yo, los indígenas de Colombia, Perú y Chile, no se unen a las demás naciones de pueblos originarios, para defendernos de esta escalada de Norteamérica. De acuerdo a Evo, los norteamericanos, compran organizaciones indígenas, para luchar en contra nuestra. Esto me espante, luego de pensar en palabras como las de nuestro querido Belgrano "prefiero morir, antes que ver a mi patria humillada". ¿Cuánto tiempo permitirán estos pueblos originarios ser violentados y asesinados, por estos criminales? No es hora de levantar la cabeza y librarnos del yugo norteamericano? Qué esperan? Cómo vamos a defender la Tierra que nos da la vida? Siendo sumisos? No, debemos enfrentarlos, la revolución se hace todos los días, como dijera el Comandante Castro.
Yo quiero que mis hijos vivan en una Indoamérica libre, para ello, debo luchar y dar mi vida si es necesario. Solo se muere una vez, pero cuando eso ocurre que tenga un valor libertario; que no sea una muerte anónima, luchemos, luchemos, luchemos para ser libres. Es imposible, mantener la esclavitud en paz, siempre habrá mujeres y hombres, capaces de dar su vida por la libertad. Es el bien más preciado de la humanidad. No lo olvidéis!