Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Qué tal si no tuviera nada que escribir? Qué ocurriría? Sería que las ideas han perecido, en un negro mar empetrolado? Qué tal! Si nada tuviera que transmitirle a nadie? Qué tal, si ésto ocurriera? La obscuridad, me rodearía, y, entonces, ya, nada podría ser visto. Qué tal si me ocurriera? Sería, como Funes el memorioso, de tantos pensamientos, ya no sabré que pienso. Oh, Dios! Qué tal si ésto le pasa a la gran mayoría? Es posible? Y....si no me pasara a mi, pero, sí a otros? Qué haría? Dónde estárían aquéllos que aun conservan la luz? Cómo haría para encontrarlos? Estaría a tientas, buscanco, tratando de encontrar, pero, quizás, nunca encontrando?
Cómo responder a tantas preguntas que me surgen?Cuando, observo, el decidido temor de aquéllos, que creen tener algo, que otros, aquéllos, a los que llamamos marginados, tengan algo. Pero, para que cada uno esté mejor, no es preferible que todos estén bien.
Este capitalismo, asociado al racionalismo despiadado, introduciéndose, en nuestras mentes, tal como una serpiente, se desliza sobre el suelo húmedo del bosque, penetra en nuestros pensamientos. Entonces, sentimos, temor, de perder, qué cosas? me pregunto yo. La TV, un equipo de música, la heladera. Y, si, probablemente, sea así. Es lamentable, que por unas cuantas porquerías de plástico, hayamos perdido la capacidad de pensar, de empatía. Con este deseo incoloro, inútil, despiadado, condenamos a otros, a vivir, peor, de lo que lo hacían los hombres primitivos. Al menos, ellos tenían consciencia de grupo. No nos miremos, como extraños, ésos, que llevan harapos, están sucios, son iguales a nosotros. No son pobres porque quieren (es precisamente el Imperio, que impone estas condiciones), porque así, por temor a estar como ellos, los marginamos; pero, no nos damos cuenta, que de esa manera, nos marginamos a nosotros mismos.
Por todo ésto, continúo buscando luz, luz que ilumine mi sendero, para poder ver a los demás, que como yo, andan buscando luz. Yo, estoy firmemente, aferrada a mi antorcha. Por eso, también, puedo ver, cuántos andan a tientas, buscando, pero, sin encontrar, pues no ven la luz, porque están ciegos. Cegados, por la ilusión de tener cosas, viajar, vivir como reyes. Quizá, alguno desee, ser como los Reyes Católicos e iniciar una nueva Inquisición? A Ustedes, qué les parece?
El río tiene su corriente, pero, yo, continúo nadando contra la corriente. En algún, momento, encontraré otros, que hacen lo mismo. Es mi espíritu el que me lleva, y yo, me dejo llevar por él. Ánimo! No todo está perdido! Sé que hay muchos, que piensan como yo, o, parecido, Con éso es suficiente estímulo, para mí.
Vermut con papas fritas y good show.
PD: Cuando comienzo a escribir, motivada, por alguna palabra, o idea, termino, invariablemente, escribiendo sobre otra cosa. Que talco!