Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Aquí les va otra tonta poesía:
OFRENDA
Yo,
creí que escribía…
Pero, no…
¡desperté!
Aguijoneada por los
voluntariosos guijarros
de Vallejo.
ó
por la impúdica lágrima
que se desliza,
por mi tosca mejilla,
a causa de la cebolla
de Neruda.
Yo,
creía, que escribía…..
Pero desperté!
Golpeada por un sin fin
de coroneles
alentados por Vargas Llosa.
y
García Márquez,
me observa, rotundo,
desde un obscuro rincón
de Macondo.
Y,
yo creía…
¡Qué tonta!
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