Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Yo, si bien estoy en mi casa, me siento bien y en el interim, me han venido recuerdos, ideas, a mi loca cabecita, que nunca está quieta, siempre quiere más. Más qué ? No sé, pero obviamente necesito algo nuevo, algo que lleven al límite mis posibilidades. No se sienten ustedes así?
La novedad, lo extraño, lo sorprendente, lo exótico, lo pasajero. Que locura! Pareciera que nada me satisface. Ésto no puede ser de este modo, porque la vida es corta y hay que vivirla con emoción.
Mis recuerdos me invaden,
con una persistencia inusitada.
Qué hago? No puedo bloquear mi mente.
Parece que todo mi ser exige:
Recuerda, recuerda, recuerda.
A la hora del recuerdo,
es repentino, explosivo
porque, en ese momento,
seguro, no me encuentro preparada,
para ser invadida por imágines, olores, voces.
Me transporto a otra época.
Me veo pequeña, cuidada, querida.
Cómo es que fui el centro de la vida
de mis padres?
Por qué nos amaban tanto, que les dolía?
Recién ahora comprendo.
Tener un hijo, es
para toda la vida.
Nuestro interés por ellos,
crece día a día.
De manera que recuerdos
y el amor por mis hijos,
se entremezclan,
generando sensaciones, emociones,
un estado de bienestar,
que suele acompañarme durante el día.
Éstos recuerdos alimentan mi corazón,
me acompañan en los momentos tristes,
me dan fuerzas, cuando debo enfrentar
situaciones críticas.
Esos recuerdos forman parte de mi interioridad,
me dan valor para luchar por mis hijos.
Extraño mi niñez,
que va a mi lado,
apoyándome, dándome aliento.
Qué placer poder recordar!
Vermut con papas fritas y good show.
Hasta la victoria siempre compañero Kirchner.
Fuerza Cristina
Viva Hebe