Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Hoy no iba a escribir, pero al escuchar Ministro de Gobierno de la Ciudad, Sr. Enrique Larreta, cuya esposa, conjuntamente con la de Siro James, escribió un libro; me sentí compelida a escribir. Según este sujeto ( lo llamo así, porque pertenecer al gobierno de hijo de genocida y aprendiz de genocida), me inclina a hablar. Un ser viviente, cuya catadura moral, está muy lejos de ser la mejor, casi diría que es de las peores, junto con los genocidas, actualmente juzgado o siéndolo, me pone los pelos punta. Pero, más me espanta, aquellos que votaron a Macri. De esa manera, le han dado vía libre al tal Larreta, para que le pida a los jueces, instrumentos, para luchar contra los estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires.
Les comento, soy docente del Gobierno de la Ciudad, y puede, en verdad, con sinceridad, que la gran mayoría de las escuelas, carecen de gas y otras yerbas. Por ejemplo, la escuela No.11 DE 4, tiene agujeros en los techos y no tiene gas. Como éste, hay decenas de ejemplos. El buen señor Macri, también es del mismo terruño, que el Senador Puerta, con quien está ligado, en el tráfico de drogas. No lo digo yo, sino que vi un programa por TV. No conforme, con eso, todas las obras gubernamentales, de la provincia a la que ambos pertenecen Misiones, fueron otorgadas al Sr. Macri. Quien hizo la carretera, más angosta de lo que estipulan los parámetros internacionales, (en parte, esa carretera se derrumbó, como consecuencia, de utilizar materiales, podridos, pasados) Además, debo agregar, que las empresas que Mauricio Macri, heredó de su padre, éste último las obtuvo, secuestrando, torturando y desapareciendo a sus verdaderos dueños, los cuales, debieron firmar bajo tormento, la cesión de sus empresas.
Me espanta, todavía más, si cabe, aquellos que votaron a Macri. Ésto me hace pensar, que por mi forma de escribir y pensar, me hubieran desaparecido en la Dictadura, me hubieran quemado en la Inquisición, me hubieran crucificado durante los primeros tiempos del Cristianismo. Ese tipo de gente, siempre, hubiera encontrado, causas claras para condenarme, por la magnitud de mi crimen: pensar. Esa gente, no sólo habita la Ciudad de Buenos Aires, sino que, además, los terratenientes de otras provincias, actúan de la misma forma. Porque, ellos, también, obtuvieron, su tierras, matando a sus verdaderos poseedores, desapareciéndolos y acallándonos, con los medios de confusión, cómplices y genocidas.
Por lo que veo, tenemos mucho que corregir. No puedo ni quiero perder mis esperanzas. Mis hijos me alientan. Son ellos, los que dan las fuerzas necesarias, para resistir. Y, Continuaré, escribiendo, aunque mis palabras no le gusten a muchos. Escribir, es como un bálsamo, y refuerza, el aliento que me dan mis hijos.
Vermut con papas fritas y good show.