Hola, queridos chichipíos. Qué placer se siente estar arriba en la rueda de la vida. Pero, a poco que observemos, comprenderemos que la vida es un proceso cíclico. Que hay temporadas, en las que nos toca estar abajo y otras en las que estamos arriba. Nuestro mayor predicamento, es comprender estos ciclos como lo hacían los mayas, los aztecas, los incas, y entonces así poder prepararnos para las temporadas de vacas flacas.
Se que esto es difícil, para el hombre, en general. Pues nuestra cultura occidental nos ha orillado a creer que somos inmortales, que estaremos para siempre, que si estamos bien económicamente, ésto se mantendrá. Pero no es así. Es esta enseñanza occidental, que nos ha hecho creer que hemos venido por generación espontánea. De esta manera, ignoramos nuestras fuentes África, los árabes (en general), India, China, donde la aparición del hombre y la cultura forjada, a través de eones, han dado como resultado el hombre actual. Con el Imperio, tratando de destruir a nuestros orígenes: Irán, Irak, Pakistán, etc. están borrando nuestro pasado. Un hombre sin pasado, no es nadie, ni tampoco sabe a dónde ir, pues no tiene referencias anteriores que los orienten. Es como nunca haber conocido a nuestra madre. Por qué es tan importante de dónde uno viene? Por qué son tan importantes nuestros ancestros? Porque ellos son el fundamente del desarrollo futuro de nuestra vida. Cuántas veces nos hemos mirado en el espejo y hemos reconocido la cara de nuestra madre, los ojos del padre, el cabello de alguna tía. Qué importante es este linaje, sin el cual no somos más que carne y huesos.
Es por eso que el Imperio, trata por todos los medios, de borrar nuestros orígenes comunes. Todos descendemos del primer homínido que habitó África. Y de allí, siguió un largo camino hasta nuestros días. Ese pasado es el hilo conductor de la vida, hasta que nosotros mismos nos hayamos convertidos en ancestros, como antes ellos lo fueron.
No debemos perder esta perspectiva, esta que nos ata a todos los seres vivos, la que nos hace pertenecer al mismo tejido universal, porque cuando sabemos de dónde venimos, podemos recordar y aplicar la sabiduría ancestral, para resolver los problemas que hoy se nos plantean. Además, hoy como nunca antes, estamos en situación de vislumbrar una comprensión universal, que nos permita compartir, sin matar.
Cuando todos nos veamos como hermanos, será el momento de morir del Imperio, por eso insisten en ver a los otros como forajidos, terroristas. Quieren hacernos lavado de cerebro, para que tengamos esta visión. Pero si tenemos empatía con el otro, lo veremos como a un igual, con las mismas necesidades. Es una lucha diaria, el sentirse acompañados por todos los habitantes del planeta, sentir el dolor de aquellos que mueren de hambre y preguntarnos, qué podemos hacer nosotros para cambiar esta realidad.
Vermut con papas fritas y good show
