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Hola,
queridos chichipíos. Qué tal! Estoy pensando, que, cuando no queremos ver, no
vemos, aunque nuestra visión sea excelente.
Durante
mucho tiempo, la humanidad no ha querido ver. Se ha conformado con lo que le
han dicho, con las imágenes que le han mostrado, con los escenarios preparados
que los han entorpecido. Nada es para siempre, eso es algo seguro, en que
basarse, para sostener una actitud, pregonar una idea, mostrar a otros lo que
vemos, según nuestra interpretación.
Si bien
es cierto que “no hay mas ciego, que el que no quiere ver”, es nuestro deber
mostrar, enseñar, exhibir, dilucidar que está pasando, para que otros puedan
ver.
También
es cierto, que la cultura dominante, a través, de distintos medios, tales
cuales, la educación, la radio, la televisión, los diarios, revistas,
publicidad, han formateado los cerebros de todos. Deshacer, lo que el Imperio
ha hecho, es un trabajo formidable. Primero, debemos empezar por nosotros
mismos, luego, como decía anteriormente mostrarnos, exhibirnos. Muchas veces,
la gran mayoría chocaremos con aquéllos que no quieren ver. Pero, por designios
superiores a nosotros, alguien de repente podría comprender lo que le está
pasando y, entonces, el despertar, algo tan temido por nuestros enemigos.
No
sueñen, mis queridos chichipíos, todos tenemos algún enemigo. Puede que no sea
tanto como el Imperio, pero, siempre es poderoso. Alguien que envidia nuestra
inteligencia, nuestro conocimiento, nuestra belleza, etc. Cualquiera de esas
cosas, puede llevar a alguien, con su cabeza preformada, primero a envidiarnos,
luego a odiarnos. Esas situaciones, créanme, se dan todos los días. Todo
depende del hogar que hayamos tenido, de cuán valiosas hayan sido nuestros
aprendizajes (aunque todos los aprendizajes son importantes, odiar no es uno de
ellos), de cómo hemos resuelto si somos libres o dependientes.
Para
evitar la mayor cantidad de influencias posibles, algunas cosas, deben ser
resignadas en favor de otras, que pueden ayudarnos a abrir nuestra mente, a
novedosas posibilidades, a hechos, que pese a haberlos creído imposibles,
resultan posibles, a través de perspectivas frescas, renovadoras, impulsoras de
nuevas estructuras mentales.
No
debemos atemorizarnos frente al futuro, lo que vendrá. Cada actitud que
tomemos, cada nuevo pensamiento que tengamos, cada acción que realicemos,
impulsará constantemente el futuro, llevándonos a futuros paralelos, en donde
podamos realizar nuestros sueños, que son los sueños de todos, que todos tengan
lo necesario para vivir y soñar nuevos futuros.
No hay
que desalentarse, cuando vemos a alguien atrapado en el pasado, con odio,
furia, resentimiento, peleando por aquéllos que nada le dieron y nada le darán,
ellos han pasado, así como nuestro pasado. Debemos tomar la posta y seguir
adelante, ellos ya están muertos, sin dignidad, ni ninguna posibilidad de
mejorarse a sí mismos, a través de sus hijos. Ya que, no sólo nos renovamos a
nosotros mismos, sino que, también lo hacemos a través de nuestra descendencia.
La más cercana, nos ayuda a mejorar, así como nosotros los ayudamos a crecer.
Esta es nuestra esperanza, mi esperanza.
Vermut
con papas fritas y good show.
Hasta
la victoria siempre compañero Kirchner.
Fuerza
Cristina.