Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Yo, disfrutando del hecho deser argentino, espero que Ustedes también. Fui criada, como muchos por padres, descendientes de inmigrantes, creyéndonos europeos. Pero, he aquí, que los europeos nos consideran sudacas. Pero, nosotros, no nos dábamos cuenta. Y si algo, tengo que agradecerle a la Presidente Cristina Fernández, es que volvió a poner sobre el tapete, quiénes somos nosotros. Estoy aprendiendo a ser argentina, así como estoy esforzándome, por llegar a ser persona.
Pero, ésto que estoy diciendo, no significa que no esté discrepando con muchas cosas que aun quedan por hacer. Por ejemplo, tomemos el caso del Sr. Biolcati, colaborador nazi de la Dictadura, cuyas tierras habría que preguntarse, de dónde las sacó. Ahora, este horrendo personaje quiere inundar 20.000 hectáreas de bosques nativos, para cultivar arroz. Obviamente, creo que la Sra. Presidente, no debe permitirlo. Tampoco, se debe mostrar como un logro, el empleo que mucha gente ha conseguido en San Juan, donde se hizo la última reunión del Mercosur. Allí, las personas sin recursos, se han unido en cooperativas, para obtener cal, que se vende en Latinoamérica, pero, lo hacen para competir con grandes empresas, que tienen el mismo negocio. También hay mineras, que sacan oro, dejan como desperdicio cianuro, no pagan ninguna regalía, canon o lo que fuere, pero dañan irremediablemente el suelo. Cuando estas empresas no tengan más que sacar, se irán. Pero las personas que allí viven, adónde irán con una tierra arrasada. El Sr. Capitanich, gobernador de Chaco, roba, depreda, las camionetas que el Poder Ejecutivo mandó para fumigar, el ruin y miserable gobernador las usó para cazar. Ésta última actividad lo pinta de cuerpo entero: genocida, si los hay. Total! la gente de Chaco, puede morirse de dengue, a quién le importa. Gildo Infrans, gobernador a punta de pistola de la Provincia de Formosa. Obliga, a los indios, a quienes provee de documentos, con nombres inverosímiles, como Carlos Gardel, Cristóbal Colón, otros. Los llevan en camiones, el ejército privado de este personaje genocida, y los fuerzan a votar por él, con la condición que si no lo haces, puedes morir repentinamente. Se vota en lugares privados, donde ningún periodista puede entrar, como lo comprobó CQC. Estas situaciones deben ser resueltas, estos personajes infames no pueden considerarse como aliados. Son estas porquerías, las que pueden dañar la reputación de la Sra. Presidente, que por lo que observo, está dispuesta a cumplir con la Constitución. El problema es parte del Congreso, empleados de Clarín, dueños indebidos de tierras fiscales, donde cultivan soja y por ende, defienden sus intereses, en modo alguno les importa el pueblo argentino. Como ya se acerca, el 17 de Agosto, en el cual conmemoramos al General Don José de San Martín, quien fue el gran Libertador de Argentina, Chile y Perú. Campaña que tuvo que dejar, cuando se entrevistó con Bolívar. No sabemos que pasó allí, pero, seguramente nuestro querido Libertador, no tuvo otra opción que abandonar la meta propuesta, pues no podía moralmente, según él participar en ninguna lucha fraticida. Se volviese a la vida, al ver a estos seres horrpilantes, se moriría otra vez.
Es muy difícil el cambio, cuando hay seres que viven en el pasado, que creen que las cosas pueden hacerse en el acto, mágicamente. No somos muy diferentes a los pueblos de otros países, somos como ellos bastante racistas, discriminadores. Sin embargo, también tenemos virtudes. Una que deberíamos cultivar, desarrollar, incentivar en los jóvenes y niños, es el trabajo en equipo. Aprender a colaborar con otros, sin importar la condición social del otro. Debemos, también a vernos reflejados en los otros; no importa, si el otro es negro, morochito, japonés, originarios, lo que fuere. Por las venas de todos ellos corre sangre roja, al igual que en nosotros. Aprendamos a respetarnos entre nosotros, a valorar lo bueno que hay en cada uno. No estar, viendo siempre los defectos, la parte mala. Si valoramos al otro, lo incentivamos, éste también comenzará a preocuparse por nosotros. Aprendamos a vernos en el otro, somos iguales, pero diferentes, cada uno con sus características particulares. Aprendamos a poner los intereses generales, por encima de nuestros propios intereses. Veamos a las hormigas, el éxito que tienen, al hacer ésto que estoy diciendo. Aprendamos de otros seres vivos, tan inteligentes o más, que nosotros. Por ejemplo, un lobo no se enfrenta con un oso, y viceversa, pues saben que pueden salir heridos o muertos, en cualquier combate que tuvieren.
Vermut con papas fritas y good show.