EL ARTE DE NO MORIR
Hola, queridos chichipìos. Qué tal! He descubierto, vaya descubrimiento!, que los pobres somos difíciles de eliminar. El neoliberalismo ha utilizado todos los recursos a su alcance, ha creado nuevos y más poderosos medios, para eliminarnos. Pero, aun así, estamos vivitos y coleando.
No quiero imaginarme la furia que les acomete tal situación. Creo que están crispados,
como ellos mismos dirían de nuestra presidente. Según creo, no ven la realidad aplastante que los rodea, sino que quieren ver una realidad virtual creada, por sus propios medios hegemónicos, que ni los mismos periodistas que propalan tales mentiras, creen.
Además, desconocen otra realidad, que quienes viven expuestos a diario a la miseria, a la pobreza, al hambre, sus genes se combinan más con los de otros individuos, y, por lo tanto, son más resistentes. Por otro lado, se reproducen mucho más, con lo que se le da oportunidad a los genes de modificarse, de quedarse con aquellos genes más resistentes, con lo que los pobres resisten más las enfermedades y otras calamidades naturales, que pudieren ocurrir. Aquéllos que viven en la opulencia, gordos, flácidos, aletargados, frente a una crisis natural, como un terremoto, tornado, huracán, etc., esperan que el Estado los ayude, que las organizaciones que el Estado sostiene, los atiendan. Pero, si una enseñanza no dejó el huracán Katrina, es que muchas veces los acontecimientos producidos por la Naturaleza, superan las fuerzas, que creen estar preparadas para afrontarlos. De modo, que siempre salen ganando los pobres, acostumbrados a buscar restos para comer, entre la basura, buscando ropa arrojada, casi sin uso, a las calles. De manera, que prontamente encuentran alimento y abrigo. En tanto las clases adineradas, opulentas, incapaces de sobrevivir con cualquier cosa, padecen más. Miremos si no, la ola de calor en Europa, hace unos cuatro años. Treinta mil personas, en ese continente, fallecieron, agobiados por un calor, que no podían soportar, habituados como estaban, a sus aires acondicionados, que no pudieron darles respuesta, frente a una brutal demanda, que la energía circulante no pudo satisfacer.
Por consiguiente, me alegro de no tener demasiado dinero, pues así continúo con mi adiestramiento que me hace más inteligente, mas creativa, más dispuesta a buscar y encontrar medios novedosos, para enfrentar mis necesidades de dinero. Ja, ja, ja, ja…para matar un pobre, es lo mismo que querer matar a una rata, o, a una cucaracha. Podemos matar una o dos de una palazo, u otro método, pero el centro, donde se reproducen queda intacto.
Por eso mis queridos liberales, parece que de este modo no van a ganar. Que tal si entonces, comienzan a compartir aquello que robaron y se lo devuelven a sus legítimos dueños. Les recuerdo que detentar vida no es para siempre, por lo tanto, por más que lo intenten, finalmente morirán, como todos, nada más que solos, sin nadie que les dé una aliento, ni un perro que les lama la mano.
Vermut con papas fritas y good show.
Hasta la Victoria Siempre compañero Kirchner.
Fuerza Cristina