Mis queridos chichipíos, escribo, a veces un poco cansada, pero luego pienso que una lucha que se pierde es la que se abandona. Si bien me cuesta ir a las marchas, poner el cuerpo. Lo hago desde otro lugar: la palabra, que es otra forma de poner el cuerpo. Fundamentalmente, porque las ideas no pueden matarse y a la vez, la palabra penetra la cabeza del oyente, desde diferentes lugares: el corazón, los sentimientos, el pensamiento crítico e incluso desde la lírica, se puede afectar el pensamiento de otro y llevarlo a reflexionar, función intelectiva, bastante escasa por cierto. El imperio trata por todos los medios de anular esta capacidad, mediante el bo,bardeo constante de supuestas informaciones, repetidas a cansancio, con el objeto de alienarnos y evitar el pensamiento crítico.
Lo que pasa en Argentina, aunque no lo parezca tiene que ver con lo que pasa en Palestina. Se han puesto siete bases militares en Colombia, para qué? Para matarnos. El capitalismos, junto con el sionismo (utilizado como punta de lanza) y toda la comunidad internacional, que calla y asiente, trata de matarnos a los indoamericanos, de otra forma, pero igual que a los palestinos. La extracción de nuestros recursos naturales, contaminando con total desparpajo nuestro ambiente. Arrasando bosques, destruyendo vida y cortando el ciclo del agua. La sequía que asola nuestro país no tiene antecedentes. En la provincia de Córdoba el año pasado se borraron doscientas mil hectáreas de bosques; este año, son cuatrocientas mil las hectáreas arrasadas, pero la sequía es tal que no pueden bañarse, pues deben reservar el agua para beber. Parece que estuviéramos en Etiopía. Lo que parecía que no iba a alcanzarnos, lo ha hecho. Nada de lo que el Imperio (que son sólo algunas personas) es para nuestro bien. No necesitan más empleados ni móviles ni inmóviles, no necesita personas que compren, no necesita turistas que gasten. El único objetivo actual del Imperialismo-capitalismo es nuestra desaparición. No necesita europeos, africanos, asiáticos, oceánicos, ni siquiera norteamericanos. De manera que avanzan con su plan de muerte: bacteriológica, por medio de las armas, mediante la transformación del clima alterando ciclos de lluvia y sequías.
No despertar ahora, implicará despertar bajo una lluvia de fuego, ocasionada por la liberación del carbono de los fondos oceánicos, su calentamiento y encendido mediante la combustión. En esas circunstancias, no veo futuro a nuestra descendencia. Despertemos por nuestros hijos, para que tengamos generaciones por venir.
"Vermut con papas fritas y good show"