Hila queridos chichipíos. Me imagino que toda la comunidad indoamericana estará festejando, al igual que yo. Sin embargo, la fundamental en estas celebraciones, es la memoria. No olvidar a quienes dieron la vida por la Patria, en muy diversas formas, como San Martín, Castelli, Belgrano, Moreno, Juana Azurduy, Che Guevara, el Presidente Allende, defensor de los derechos de los pueblos, si los hay (no importa que en Chile se refieran a las Malvinas como las Islas Focklands), Darronsoro, Walsh, Haroldo Conti, y si continúo exprimiendo mis recuerdos voy a obtener más nombres. Sin embargo, tan sólo, aunque mas no sea por dignidad, debemos continuar este sendero, que iniciaron los Incas, Aztecas, Quechuas, Mayas y más pueblos. La libertad es un bien por el cual vale la pena dar la vida. Al menos así pensaban, esos hombres comunes que mencioné más arriba, pero que no dudaron en arriesgar y dar la vida por ese ideal.
Que importa cualquier otra cosa, qué voy a dejarles a mis hijos sino la Libertad y la pasión por defenderla. Ninguna otra cosa vale, proteger la Pacha Mama, no permitir que se someta a servidumbre a ningún ser vivo. Todo ésto es muy difícil, pero jamás me resignaré a entregar mis banderas. No importa si me censuran, si pocos leen mis escritos, no importa quienes me detestan, no importa nada, esta palabra debe continuar fluyendo, como un manantial, porque surge de los más profundo de mis sentimientos. Es esa vida interior, bullendo como un caldero, siempre con ideas nuevas. No puedo callarme, debo seguir hablando.
En este momento me viene a la memoria dos sacerdotes tan diferentes entre sí, como el Padre Mujica, que dio su vida por lo que creía, y el Primado de la Argentina, Cardenal Bergoglio, quien recientemente ha sido denunciado por dos monjas que abandonaron los hábitos; qué hizo, denunció a un compañero suyo, sacerdote también, quien actualmente también es un desaparecido. No recuerdo su nombre, pero me parece una decisión acertada de la Sra. Presidente no concurrir a la Catedral (templo del Señor) donde un genocida dará misa y concurrirán muchos genocidas. De acuerdo al refrán "dime con quien andas y diré quien eres", me resulta de lo mejor que la Presidente no vaya a un lugar lleno de asesinos. Lamento que los restos repatriados de nuestro querido General San Martín, deban yacer al de criminales de lesa humanidad.
"¿Es posible la Libertad,
sin sueños que inunden el corazón?
¿Es posible la Independencia,
sin deseos potentes que nos permitan
hacer aquello que deseamos?
¿Es posible la Igualdad, sin
ver a todos como si fuéramos
nosotros mismos?
En fin, me pregunto:
¿Es posible un mundo mejor,
si no estamos dispuestos a entregar
nuestro bien más preciado: la Vida?
¿Podremos seguir los pasos del Inca?
Sólo el tiempo responderá esta pregunta"
Vermut con papas fritas y good show.