Hola queridos chichipíos, cómo están. Yo, continúo andando, pese a que observo como nuestros enemigos se juntan y utilizan armas, ardides, sutilezas, argucias, meandros que les permiten desorientar, desinformar, alienar. En fin mantener a las gentes en un estado en el que sólo la misma gente importa. Un individualismo a ultranza. De esta manera, al estar dentro de su jaulita, que no necesita candado, porque nadie tiene interés en abrir la puerta para ir a jugar, no conocen a su vecino, no saben lo que pasa afuera. Cuando algo los interrumpe, léase piquetes en las calles, cortes en las rutas. Se preguntan azorados qué pasa, por qué no pueden llegar a su trabajo. Quiénes son esos atrevidos que cortan la ruta. ¡Caramba sus coches importados último modelo no pueden pasar!
Así están nuestros enemigos, que actúan igual que los colaboracionistas nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Con todos estos artilugios tienen a la gente desconectada, con una incapacidad notoria para recordar lo que pasó ayer. Ni hablar para recordar personajes como López Murphy, que durante la época del menemato, fue tertaferro de conglomerados extranjeros, que compraban empresas a precio vil, despedía a los obreros y las volvían a vender, con suculentas ganancias. Sin embargo cuando este monstruoso personaje se postuló para diputado, mucha gente decía que era la nueva dirigencia, sin recordar su pasado ruin. Lo mismo pasó, cuando eligieron como presidente de Argentina a De la Rúa, quien cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por acción u omisión, permitió la muerte por inanición de cuarenta y nueve pacientes del Borda (que es un lugar especializado en personas con padecimiento mental). Ni aún cuando permitió que se asesinaran treinta y un personas, durante diciembre de 2001, la gente pudo recordar que este tipejo era un genocida, Que su esposa es hija de un general del ejército que participó de la dictadura.
Podría seguir enumerando genocidas: Lilita Carrió, quien sin ningún problema trabajo en un Juzgado, durante la época de la dictadura y que por la libertad de prensa está dispuesta a ayudar a los monopolios. ¡Qué extraña manera de ver la democracia! La señora Patricia Bullrich, quien ayudó a diversos gobiernos para reventarnos, actualmente está defendiendo a Clarín, que es quien realmente le paga. Al igual que a su compañerita radical Silvina Giudici, otra enemiga. No hablemos de los Moyanos, Daer, Cavalieris, Gentas, Datarmines, Saadis, Barrionuevos, etc. todos ellos enemigos públicos número uno. Sin embargo, aquí en Argentina continúa la creencia de que con el voto alcanza. Ya no alcanza esta democracia. Es necesario el plesbicito y el referendum, para que cualquier ley o medida, sea realmente una medida tomada por el pueblo, no por sus seudos representantes. Ejemplo, Reutemann, que es Senador, luego de haber ahogado a su provincia natal: Santa Fé y haber dejado a cientos de familias sin sus casas y sus pertenencias, que aun no han recuperado. Saadi y Barrionuevo, que realizaban negras fiestas en su provincia, drogando, violando y matando niñas. Permitiendo el rapto de muchas otras, para convertirlas en esclavas sexuales.
Me pregunto que interés se le sigue al gobernador Scioli, que apoya con tanto ahinco el turismo, ¿será que está interesado en el turismo pedófilo, que deja pingües ganancias? O sólo, le preocupa el bienestar de la gente? Así, cuando analizamos los intereses de cada uno de los funcionarios, no encontramos buenas razones para creerles nada. Por eso son tan importantes los medios, pues a través de ese mecanismo, se puede mantener a la gente adormecida, con gran incapacidad para mantener un pensamiento coherente, que vaya más allá de su propia persona.
Como verán mis queridos chichipíos, nuestros enemigos cuentan con nuestra estupidez y con nuestra inhabilidad para ver en el otro, a alguien similar a nosotros. Nuestra falta de empatía juega contra nosotros mismos, provocando cada más separación entre todos. Nos lleva a opinar, con la voz ajena, como diría Heiheidegger, no a hablar guiándonos por nuestra propia voz interior. La gente se deja llevar por rumores, por dichos, cuyo autor es desconocido.
Bien mis queridos chichipíos, como diría el ya fallecido Tato Bores (humorista) "vermut con papas fritas y good show"