Hola queridos chichipíos. Qué tal! Acabo de escuchar que el Imperio se ha retirado de Irak, dejando un saldo de más cien mil civiles muertos, cuatro mil soldados norteamericanos muertos , otros tantos, en estado irrecuperable. Quién puede recueperarse, luego de haber asesinado a una mujer embarazada, destripado a un niño, destruir a un anciano. Ninguna de estas personas, tuvo la oportunidad, ni siquiera mínima de defenderse, pues se trataba de un pueblo pacífico, que dio origen a nuestra asquerosa cultura occidental, que nos permite ser cómplices, por acción u omisión de crímenes de lesa humanidad, como los cometidos por las dictaduras de Franco, Pinochet, USA, Inglaterra, Israel, y sus colaboracionistas nazis, casi todo el mundo, incluída Europa, excepto, aquellos que no tienen ni voz ni voto. Pero, la Naturaleza es sabia, está aplicando métodos, que permitira, que aquellos menos adaptados, es decir aquellos caníbales, que han estado comiendo nuestra carne durante mucho tiempo. Que se han habituado al bienestar, otorgado por la tecnología, para lo cual, necesitan irnos comiendo. Pero, no hay mal que dure cien años. En consecuencia,
la hora 25 está sonando. Entonces, los fabricantes de armas, protegidos por el Imperio, aquellos que se hacen los cultos pertenecientes a supuestas culturas milenarias, como los japoneses, que se comen a las ballenas, a los delfines, a las medusas, en fin, que se comen todo lo que se mueve. Cuidado con ellos, son como los chinos, parecen una plaga de langostas, al igual que el Imperio. Sólo, que este último arrasa con las vidas de las personas, que habitan aquellas tierras que ellos necesitan. Por eso, quieren que todos estén sin armas nucleares, para así, ser el amo del Planeta. Pero, debido a los sucesivos daños que estamos infringiendo a la Madre Tierra, ella se defenderá, y seremos, sólo, nosotros, los que nos extinguiremos. No necesitamos un asteroide, u otro objeto celeste, nosotros mismos nos bastamos, para asesinarnos.
Pero, en el interim, habrá comenzado una nueva era, tal como predijeron los mayas. No cres (eso espero), que nos extingamos, pero, pienso que el balance del poder está cambiando. Corea del Norte, China , India, Brasil, están surgiendo como las nuevas potencias. Ansío, que no se comporten con el Imperio, que cae, por su propia corrupción y que aprendamos a vivir en paz con nosotros mismos y con la Tierra, que nos cobija, para poder sobrevivir.
Habiendo comprendido, que no puedo cambiar a nadie, he comenzado por ir cambiando yo. Es un proceso extenso, del cual, recién ahora, me he dado cuenta, Estoy cambiando, constantemente, sin poder evitarlo. Pero, este cambio es positivo, por lo tanto, la influencia, que puedo ejercer sobre otros es positiva. Si da resultados o no, no puedo afirmarlo. Debe pasar un tiempo prudencial, para poder apreciar esos cambios y ver cuán positivos han sido o no.
Este es el tiempo de cambiar, pues el fin del ciclo se acerca y debemos estar espiritualmente preparados. Parecen, tonterías, pero no lo son.
Tomemos el ejemplo de mi barrio. Todos están metidos en sus casas, atemorizados. Como vemos el poder hegemónico está haciendo su trabajo. Si bien no pasa ningún crimen destacable. Estamos en los países, menos violentos, aún así se ha lavado la cabeza de los argentinos, por parte del enemigo, con sus colaboradores nazis, de siempre: Magnetto, Arana, Silvina Giudici, Felipe Solá, Scioli, el gobernador de Corrrientes (cuyo Nombre no conozco), Gildo Infran, Capitanich, Gioia, y todos los demás parlamentarios y colaboradores, que trabajan contra nosotros, por treinta dineros. Esos miserables, como Boilcati, la Rural, Cra. y otras, con Menen (traficante del Cartel de Medellín), padre de cuya esposa, también es narcotraficante, como Duhalde. Lo que me espanta, es que hay gentes, que pueden votar a Patti, Rico, Duhalde, Patricia Bullrich, y tantos otros, que son asesinos por naturaleza. Sólo, les importa sus propias intereses.
Por eso, hoy más que nunca, debemos poner nuestra mira en aquellos hombres ordinarios, que han realizado cosas extraordinarias, como San Martín, Moreno, Belgrano, Castelli, Artigas, O'Higgins, Bolívar y tantos otros, como Martín Miguel de Güemes, Juana Azurduy, Blanca y Lucía Gauna, Mariquita Sánchez de Thompson, y cuantas otras mujeres, cuyos nombres no conozco, que son mi constante ejemplo. No importa, si mi cuerpo está débil, debo continuar expresándome, así como lo hizo San Martín, que entregó su vida por la Libertad Latinoamericana.
Aquellos que tengan comentarios o cosas, que quieran comunicarme, escríbanme, a
vivianaram6@yahoo.com.arAquí, les va una muestra, de como quiere el Imperio que vivamos y muramos:
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CONTRATO NOCTURNO
Era el horario que
mejor le convenía a ella. Podía ir y venir, lo más tranquilamente posible, sin
sufrir interrupciones. Además, Lucho, era muy severo con quien no cumplía con
sus tareas. Todas las noches, llevaba y entregaba merca, por lo que recibía
grandes sumas de dinero, que diligente, entregaba a Lucho. Con lo que obtenía,
mantenía a sus cuatro hijos, producto de sus distintas relaciones. Nunca muy
duraderas.
Como andaba en
bici, no despertaba sospechas, parecía una pobre diabla, que regresaba de su
trabajo en negro. Eso parecía, pero para que sus chicos pudieran sobrevivir,
con sus tareas, hacía que otros niños murieran. ´Le pesaba enormemente en su
corazón. Algún día, cuando sus hijos fueran grandes, le diría que no iba a
hacer más estos encargos. Pero, mientras tanto, todas las noches pedaleaba,
para cumplir sus labores, sin interrupción y sin errores, podían ser fatales.
Esa noche, como
cualquier otra, pedaleaba fieramente en su bici, sin prestar mucha atención,
pues las calles estaban desiertas. Al cruzar la bocacalle, no vio el auto que
venía muy a prisa, y le golpeó con rudeza, la rueda trasera. Patinó por el
asfalto, salió despedida y su bici quedó hecha añicos. Se levantó con esfuerzo
y notó que su pierna, así como su cabeza, sangraban abundantemente. Pero, no se
sintió tan mal, y decidió continuar. Tomó su bici y comenzó a caminar
lentamente. A medida que lo hacía, se sintió cada vez más cansada. Le faltaban
fuerzas. Al llegar, a la esquina, decidió sentarse sobre el cordón de la
vereda, dejó su bici a un lado y apoyó su cabeza sobre el poste de luz. Estaba
extenuada. Repentinamente, pensó en mamá que le hacía el café con leche, con
pan y manteca, pensó en sus hermosos hijos. Todo se perdió en la obscuridad que
la rodeaba, sus pensamientos, las sombras de las casuchas que la circundaban.
Solo obscuridad, penumbra, y un deseo implacable de descansar. Cerró los ojos,
y todo desapareció.
Vermut con papas fritas y good show.